Ayer
por la mañana tuve la ocasión de asistir en Gelves con motivo de los actos
conmemorativos del centenario de Gallito, a una conferencia y posterior mesa
redonda sobre el aficionado en tiempos de la Edad de Oro del Toreo. En ella
también se habló de la evolución de un espectáculo cruento, con caballos
destripados y varios profesionales muertos cada año, al actual que busca más la
armonía y el arte que la emoción del peligro. El aficionado también ha
evolucionado. De un público más rural acorde con la sociedad de la época a más
urbano, de más pasional a más festivo, que busca, por encima de todo, pasarlo
bien y ver el triunfo de los toreros.
Manzanares
lo tenía ayer todo a favor. El público que había llenado La Maestranza, lo
ovacionó nada más romper el paseo, incluso después de cinco toros plúmbeos y
mascando el fracaso absoluto, lo aplaudió cariñoso antes de salir la ultima
esperanza. El público, con muchas visitas de fuera de Sevilla (bienvenidas
sean), estaba dispuesto a aplaudir lo que fuera, y en cinco toros sólo pudo
aplaudir unos soberanos pares de Trujillo.
No
hemos sido partidarios de las corridas de seis toros para un torero, encerronas
que llaman ahora, y cuando se filtró esta de Manzanares de ayer tampoco nos
pareció bien y así lo dejamos escrito. Entre el primero de Cuvillo muy justito
de presentación y flojito, que se le fue sin torearlo de verdad, el segundo de
Domingo Hernández con poca fuerza, el de Victorino que le hizo pasar las de
Caín, el del Pilar que no pasó nada y el quinto bis de Juan Pedro noble también
sin fuerza, habían pasado cinco toros y no había pasado nada, sólo expectativas
frustradas.
En
esto, el aplauso del público pareció levantarle el ánimo antes de salir el
sexto. Recibió a porta gayola al de Juan Pedro, y esté sí fue el toro al que
está acostumbrado Manzanares. Noble, con recorrido sin molestar lo más mínimo y
obedeciendo a todo lo que el matador mandaba. Faenas de las que nos tiene
acostumbrado con un público que por fin veía recompensado el coste de la
entrada y que tenía algo que contar. Lo de las desproporcionadas dos orejas deja
claro al nivel que está el toreo en la actualidad, y no pueden borrar una tarde
que si bien no fue un fracaso absoluto, desde luego no fue un triunfo.´
Por
@isanchezmejias
Ficha:
Plaza
de Toros de La Maestranza de Sevilla. Sábado 13 de abril 2013. 4ª de feria de
abril.
Toros
de Nuñez del Cuvillo (1º), bueno, Garcigrande 2º( soso), Victorino Martín (3º)
bravo, enrazado, “El Pilar” (4º) flojo, y dos de Juan Pedro Domecq (5º),
sobrero de uno de Toros de Cortes, flojo y (6º), bueno.
José
María Manzanares: Ovación, Silencio, División de opiniones, Silencio, Siencio y
Dos orejas.
Entrada:
“No hay billetes”
Y mañana: Encerrona a caballo de Diego Ventura.
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