Tarde
plomiza la del domingo de Resurrección en las Ventas de Madrid. Corrida
desigual de presencia, cinqueña en su totalidad, bajita de triunfo y una terna
que prometía más de lo que pudo o quiso dar.
Echamos
en falta también la actitud de los toreros que vienen a Madrid a comerse el
mundo. Precisamente no van sobrados de contratos los anunciantes, aunque
pareciera en directo tener firmado la campaña completa de 2014, al no poner el
picante que les faltó a los de Gavira. Estuvo ausente la garra, el valor y la
actitud torera que tanto gusta en esta plaza.
Abrió
la plaza el tan querido por todos Curro Diaz, quien no tuvo su tarde. Se llevó
el lote más serio y noble de la corrida, por codicia, movilidad, franqueza y
ritmo, sustancia que le faltó al de Linares, adormilado durante toda la tarde,
despertando por momentos como los grandes artistas, con pinceladas de oro al
empiece de sus dos faenas, torero, sentido y cuajado, por bajo todos ellos, con
el pecho por delante y domeñando las embestidas de los cornúpetas. Y eso fue
todo lo que quiso o pudo hacer el andaluz, porque volvió a caer en su sueño
profundo, para aburrirnos en tandas descompuestas y sin acople, con poco mando
y nula limpieza, cerrando sus dos faenas con dos horrendos sartenazos, que a
más de uno hizo despertar con algún que otro pito.
Morenito
pasó totalmente inédito de Madrid. Es cierto que se llevó el lote más deslucido
y malo de la tarde, pero ni siquiera pudimos ver su gran fuerte con el capote,
ya que toda la corrida salió excesivamente abanta de chiqueros, buscando
salidas y rehuyendo de los capotes. Apenas dos verónicas en su quite al
primero, sin gran rotundidad y empaque. Lo demás fueron muletazos acelerados y
poco mandados en sus dos toros, que embistieron a media altura y sin recorrido,
con alguna que otra colada. La falta de poder fue más que vista por todos los
asistentes, entrando a matar con los toros prácticamente crudos y poco picados.
Ni siquiera pudimos disfrutar del gran Aranda con los palos, tras los
desajustes y las dificultades que provocó el manso en su lidia. Volvímos a caer
en un sueño profundo, esta vez acompañado de un terrible viento y un frio
propio del mes de febrero.
Nazaré
fue el tercero en discordia, sorteando un animal inválido y mantenido por el
usía Cano, que empieza a llevarse las malas caras de los aficionados. Animal
descarado de pitones, abierto de cuna y redondo como una pelota. Protestas por
la falta de fuerzas y silencio de nuevo para seguir en la somnolencia. El sueño
de nuevo se apoderaba de los tendidos, viendo como una y otra vez el animal
pasaba sin un ápice de chispa por la franela sevillana de Antonio, tirando
líneas y ayudando al animal en un recorrido cada vez más largo y pesado.
Llegó
entonces el último, con la plaza aplomada, íbamos ya por el sexto sueño, una
borrachera de frio y aburrimiento, y un animal corto de caja y con grandes
defensas salía por chiqueros. Pareció tener más chispa y hasta quiso quedarse
en el caballo. Comenzabamos a despertar entonces, cuando varios naturales
retorcidos, y descargados provocaban los primeros “oles” de la tarde. Ahora me
entraba el dilema, no sabía si seguía despierto o soñando. ¿Esto era Madrid? Volví
a abrir los ojos y de nuevo vi un calco de la anterior, varios muletazos con la
mano izquierda, que no naturales (eso de natural tenía poco), largos,
arrastrados y en línea. Parecia que era real, el toreo “juliano” tomaba efecto
y parecía apoderarse de Madrid. ¿Pasará lo mismo cuando venga el poderoso y
admirado Julian Lopez? ¿A estos se lo pasamos y al Juli no? ¿Qué estaba
pasando? ¿Qué me he perdido? Pues con todas y con esas tras una estocada algo
desprendida van y le piden la oreja. ¿Madrid o Villaconejos de la Flora? El
usía parecía haberse mantenido despierto durante toda la faena y contó bien los
moqueros, para no conceder la oreja. La vuelta al ruedo, para mi nefasta,
barata y regalada.
Y con
esto cerrábamos el Domingo de Resurrección un año más en la plaza de toros de
Las Ventas. Poco que contar y mucho que olvidar.
Ficha:
Madrid.
Plaza de toros de Las Ventas.
20 de
Abril de 2014. 5ª de temporada.
Toros
de Gavira para:
- Curro Díaz: silencio tras aviso y
silencio.
- Morenito de Aranda: silencio tras aviso y
silencio.
- Antonio Nazaré: silencio y vuelta al
ruedo.
Entrada:
Un tercio largo de plaza.
Por
Borja González para @castaybravura y @TodoToros
No hay comentarios:
Publicar un comentario