Desde
Bildu se han propuesto rizar el rizo. A la otra orilla, el ejemplo del atentado
cultural jamás contado efectuado por el independentismo catalán. Ese que multa
a los comercios por poner letreros en español, ese que lleva a decir imbecilidades
a un jugador de hockey hierba, que es famoso por jugar con España, aunque no la
sienta. Ese que promulga progreso y deja las arcas de la comunidad vacías, como
las otras comunidades retrasadas. Para eso, a Cataluña no ha llegado el
progreso.
Ahora
los caras tapadas sin velo de Bildu, quieren sacar del mapa los toros de
Donosti y como no pueden a bombazos, se han fijado en que los atentados también
se pueden hacer desde el poder, o la catalana.
Otra
vez el independentismo se reviste de amigo del toro, para expulsar una fiesta
que identifica con España. Como no, dos concejalas de este partido, de Vitoria
ya se han acogido también a la idea de los de Donosti y quieren también quitarse
de en medio al espectáculo con Ñ.
Pero
que lecciones de amigo del toro ni que ocho cuartos nos van a dar estos de Bildu,
si ellos no son amigos ni del ser humano.
Pero
que quieren ponerle la pistola también a miles de cabezas de ganado, porque sin
corridas de toros no habría toro.
A
ellos el toro les importa una marrón. Ellos buscan el triunfo de quitarse algo que
consideran español, de encima. Y la tauromaquia no es española, es universal,
no le demos ese gusto.
Si a
los toros en Donosti, Si a los toros en Vitoria, Si a los toros en el País
Vasco, Si a los toros en Cataluña, Si a los toros en Galicia, Sí a los toros en
Bogotá y Si a los toros sin pantomimas en Quito.
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