La
corrida de hoy sirvió para clarificar lo que es ser un toreador y lo que es ser
un torero. El toreador si el toro no lo permite tira por la calle de en medio,
el torero se la juega y trata de sacar algo positivo de las condiciones del
toro. Una apuesta con dos caras o la de salir triunfante a base de sudar la
gota gorda o la de salir por la enfermería habiendo sudado también la gota
gorda, las dos caras, bajo el denominador común de valentía, sin ese elemento
es imposible ser torero.
Porque
Torero estuvo Javier Castaño, jugándosela a carta cabal con el toro más
peligroso que ha salido esta temporada por todos los chiqueros. Una alimaña al
cuadrado de Victorino que se las sabía todas. Pues Castaño se olvido y se puso
a torearlo como si el toro fuera bueno, tiro la moneda y salió la cara de la enfermería.
Lo cogió el toro para matarlo y gracias que sólo fue un aplastamiento de
costillas, se levantó mató al toro y se fue a la enfermería, porque el torete
lo dejó sin aire y sin poder respirar. Se lo llevaron al hospital para
descartar más tarde la rotura de costillas. La ovación que recibió valió más
que alguna oreja cortada en la feria.
Luis Bolívar
también entendió al tercero, otro alimañoso animal con el que estuvo muy profesional
y sin que el toro lo desbordara. Y ese toro lo pilla algún rellena escalafón lo
parte por la mitad. No lució el colombiano pero resolvió la papeleta cómodamente,
no entiendo porque el público le pito al final de la actuación. El premio, un
gran quinto, un gran toro de Victorino con el que Luis Bolívar estuvo muy bien,
cuajándolo por el pitón más bueno del toro, el derecho e intentándolo y sacando
también buen rendimiento del izquierdo. Lo que pasa es que Luis no tiene
pedigree, y después de un estoconazo en el sitio, sólo se le premió con una
oreja. Si Luis se llamase Juli o Ponce hubiera salido por la Puerta Grande.
Urdiales
mató tres toros por cogida de Castaño y en los tres toros disfrutamos como
enanos. Como se conoce el torero de la rioja a los cárdenos de Victorino y como
torea el tío. Al primero, le supo
esperar y pese a ser muy molestado por el viento realizó una faena de firmeza espléndida.
Una labor que coronada de un buen
espadazo, valía la oreja, pero la estocada no cayó en el sitio y era el primer
toro, así que todo se quedó en ovación. Con el cuarto estuvo otra vez firme, y
mostrando un toreo que transmite tela, se la jugó con otro complicado de
Victorino y la apuesta le salió otra vez de enfermería, recibiendo una
voltereta terrible de la que salió sin consecuencias, la suerte también cuenta.
Mató por arriba y dio una vuelta al ruedo con un sabor oreja de peso que pone
en cuarentena a alguna cortada también en la feria. Con el sexto volvió a tirar
la moneda y esta vez salió triunfo, sobó al de Victorino sensacionalmente para
terminar dando unos naturales de oro que tras estocada le valieron un orejón.
Se
acabó así la Semana Grande de Bilbao 2012, poniendo en la cumbre el nombre de
Torero.
Ficha:
Plaza
de Toros de Bilbao. Domingo 26 de agosto. 9º de la Semana Grande.
Toros
de Victorino Martín, complicados, salvo el 5º, que fue extraordinario.
Diego
Urdiales: Ovación, Vuelta al Ruedo y Oreja en el que mató por Javier Castaño.
Javier
Castaño: Ovación en el único que mató.
Luis Bolívar:
Pitos y Oreja
Entrada:
Más de media.
Parte
de Javier Castaño: el equipo médico ha observado al torero leonés, que sufría
aplastamiento de costillas y presentaba
muchas dificultades para respirar. Por ello los doctores han dictaminado su
ingreso en el centro hospitalario y su imposibilidad de continuar con la lidia.
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