JT NOS LO DEBE...

Discutir el toreo de José Tomás es imposible. Se puede decir que su colocación y ejecución de los pases es perfecta. El torero más puro de los que nos ha tocado ver en esta época de la tauromaquia. Pero después de dos años, después de la cornada de Aguascalientes, se necesitaba volver a ver al José Tomás arrollador, al del toreo del Olimpo y eso no ocurría desde que afortunadamente José Tomás reapareció, hasta ayer en Nimes que fue un reencuentro con el torero de antes de la cornada.

Le ha costado a Tomás ponerse en forma, volver a ser el que era, pero ya esta otra vez en ese punto del que esperamos no baje, o que lo ocurrido ayer no sea flor de un día.

José Tomás es un torero de pureza sublime pero duele que se diga que es el mejor torero de todos los tiempos. Es un gran torero pero ningunear a los grandes del pasado y a los del presente es una injusticia en toda regla. Sin los de antes, no estaría él y sin los de ahora, no habría nadie que tirara del carro de la tauromaquia.

Porque para tirar del carro hay que hacerse la temporada entera, no le pido cien tardes, él no es de eso, pero si le pido el compromiso, ahora que ha vuelto, debe estar en las principales plazas de toros como gran torero que es. Que pise plazas como las de Valencia, Madrid, Sevilla, Bilbao, Pamplona, Logroño, Albacete o Zaragoza. Que se acartele con los que tiran del carro y les dispute el cetro, que se anuncie con algo más que no sea sólo Domecq, que abra carteles que ya le va tocando, que se deje televisar en alguna ocasión.

No se puede discutir el toreo de José Tomás pero si la actitud, nada solidaria con la propia tauromaquia. A la afición nos debe dos o tres temporadas donde sea el rey de verdad y no el duque con privilegios.

Por cierto, ¡Que naturales!