LA LIGA DEL TOREO

LA LIGA DEL TOREO: 

Mientras otros sueñan con una temporada paralela de “El Juli” y José Tomás, que se traduciría en tres festejos, que es lo que quiere torear el de Galapagar, yo sueño con una temporada en la que los carteles de las ferias se hagan por sorteo.

Que Canorea, el tripartito de Madrid, la casa de Misericordia de Pamplona, la Junta Administrativa de Bilbao, Rafael Herrerías… fijen un día, aproximadamente antes de un mes del comienzo de la feria para sortear los puestos de toreros y ganaderías, algo así como un sorteo de Champions, donde en el bombo estén todos los toreros cabezas de serie y los que quieren disputar el cetro. Volvería a las plazas la rivalidad y la cosa de no saber lo que va a ocurrir.

Lamentablemente con el sistema actual, del yo me anuncio sólo con cinco ganaderías de amigos, de encaste Domecq y arropadito con dos amigos, a la fiesta le falta verdad. Cada tarde sabes lo que va a pasar. Sabes que “El Juli” le pegará pases a todo bicho de Domecq que se mueva, que José Tomás se quedara quieto ante un toro indigno a su toreo. Pero yo no se lo que pasaría si veo a Juli anunciado en Madrid con la de Cuadri, si veo a José Tomás con la de Victorino en Sevilla, o si veo a Javier Castaño con la de Juan Pedro en Vic.

Creo que con este sistema ganaríamos todos. La emoción de ver que carteles saldrían le daría mucha vida a la fiesta. El ganadero llevaría a la plaza lo que el realmente quiere llevar a la plaza y no lo que le impone, esa profesión pudre fiesta, que es la del veedor de las figuras. El torero ganaría respeto y callaría las bocas de los que decimos que no dan todo su potencial. Los empresarios, que les valdría como gran plataforma para la promoción de su feria.

Se crearía una liga A, donde las figuras y los que apuntan a ellos rivalizasen entre si, en plazas como las de Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona, Bilbao, Zaragoza, Albacete, dos feria por mes, excepto mayo que seria sólo Madrid. Se crearía una clasificación de toreros por el resultado obtenido en estas ferias, donde el que más puntuación obtenga se proclame con el trofeo de triunfador de la temporada. Los cinco últimos clasificados bajarían de Liga. Y los que no se anuncien en alguna feria serian castigados con puntos menos en la clasificación.

La Liga B también se compondría de dos ferias por mes y en ella se anunciarían toreros de nivel medio en plazas de menor importancia. Olivenza, Huelva, Granada, Pontevedra, Vitoria, Murcia, Cuenca…. Los cinco primeros al final de temporada subirían a la liga A.

Lo mismo podría ocurrir con los novilleros, en los que los cinco primeros del escalafón a final de temporada, sean premiados con la alternativa en la liga B de matadores.

Esto puede parecer la idea de un loco. De un loco de esto que quiere que la tauromaquia no se pierda. La estructura de ahora, apoderado, empresario, figura acomodada y toro escogido por el veedor, esta caduca. La fiesta esta sumida en un oasis de mentiras y palmeros. Si la fiesta es verdad, demostrémoslo. Ahora o nunca.