Hay que espabilar ya! |
¿ME VOY AFICIONANDO A ALGO NUEVO?:
Esto
va de mal en peor. Se nos quedó la cara de gilipollas al ver como unos cuantos
independentistas unidos con cuatro cuida perros nos quitaron los toros de
Cataluña porque olían a España, pero no decíamos que los gilipollas fueron los
que arrendaron esa plaza a un tal Manolo Martín, poniendo entradas a millón, con
cartel de veinte duros, o menos, porque había que pagar por torear en Barcelona
cuando ese “destrozatauromaquia” organizaba toros en ella. Con la plaza muerta,
Matilla intentó resucitarla, pero sólo la pastilla de José Tomás le funcionó
para calmar el dolor, el daño, antes de la puñalada independentista, ya estaba
hecho.
Este
año, se nos quedó la cara de tontos y la seguimos teniendo, por dejar que un cómplice
de “asesinos” nos cierre la plaza de toros de San Sebastián. Aquí, otro sentimiento
antiespañol vuelve disfrazado de señor come zanahorias. La vuelta de los toros
a Donosti no fue fácil. La Casa Chopera lo consiguió, pasando por encima de
campañas de antis, pagadas por gente que no condena la violencia. Esa gente que
ahora esta en el poder y que ve sangre en la fiesta y no en la nuca de un
concejal. Apañados vamos. ¿Capital de la Cultura? Anda ya.
La
cara de empanaos se nos queda cuando vemos lo que un alcalde es capaz de hacer
para conseguir el fajo que un tal Anselmi le ha puesto encima de la mesa. Usted
prohíba, le dice a un mentecato, como es el alcalde de Bogotá, que se pasa por
el forro que el Tribunal Constitucional de Colombia diga que ningún mentecato alcalde
puede prohibir los toros, y por un fajo de billetes, menos.
Póker
de caras, todas juntas con lo que hoy pasa en Quito. Después del descafeine de
la fiesta, prohibiendo la muerte de los toros en la plaza, pero la de los niños
o indigentes en sus calles les da igual, la feria de Quito no es la misma.
Ya el
año pasado el desarrollo de la feria se vio como un paso para el fracaso. Así
lo ha sido. Hoy la empresa Citotusa suspende la segunda feria después del
descafeine por presiones antitaurinas. No ha podido con los intentos de un
gobierno al que se le ve también un ramalazo antiespañol. Pero quizá han siso
demasiado blandos, y la decisión de suspender es todo un triunfo para los
irrespetuosos. Era para dejarse la piel, para sacar todo lo que se ganó en años
pasados, para por lo menos, entrar en la batalla y los empresarios sólo se han
limitado a sacar la bandera blanca.
Cuatro
batallas pérdidas y todavía el sector del toro sin mover ficha, más replegado,
arrinconado y conquistable en cualquier momento. ¿Se puede ser así optimista?
¿Me voy aficionado a algo nuevo?
1 comentario:
Por lo menos no nos quitaron Tendido cero que lo intentaron aúnque no fue gracias a la ayuda del sector que no lo consiguieron.
Santiago
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