Se
terminó la feria de Murcia, una feria para bajarse del barco antes del
naufragio. Parece que los que nos aficionamos a esto gracias al toro y a la
capacidad del torero para solucionar sus dificultades no tenemos sitio en este
barco.
El toro ya no da problemas, sale de los chiqueros preparado para ser lo
más dócil posible, por eso el tercio de varas ya ni existe y vemos ese
microsegundo donde el toro recibe un picotazo en los bajos. Y si el toro se
equivoca y apreta, ya está el picador para meter la cuerdas y darle caña de
España con la puya asesina de estos tiempos. No hay competencia, los toreros no
salen a decirle por quites a su rival esa tarde, yo sé hacer esto, hazlo tú. Ese
pacto de no agresión nos está llevando al más absoluto aburrimiento. Y ese
aburrimiento en gran culpa viene también por la monotonía ganadera, blanda, dócil
y frágil que esta tauromaquia 2.0 nos ha impuesto.
Si el
toro fuera como debería ser Finito de Córdoba no habría enseñado hoy su estado
lamentable de confianza y facultades porque estaría retirado ya hace años. Con
dos toros que no se comían a nadie ha dejado sembrado el ruedo de la Condomina
de boñigas de miedo y pánico. Es el momento de decir adiós, por él y por
compañeros que se han quedado hoy en casa con más ganas y menos miedo. Que Dios
lo pille confesado en Madrid en Otoño.
Sí, he
de afirmar que “El Juli” es el rey. El rey de la tauromaquia 2.0 La amable
Murcia lo premio hoy con cuatro orejas y un rabo. Hubo hasta petición de
Indulto y yo ya no me acuerdo de lo que ha hecho. Bueno vale, Pedro (si me
lees) en el quito el arrimón fue sincero. Dos orejas del segundo, un manso
embestidor de Victoriano del Río, que como saben es todo un caramelo para Juli.
Pases de compas abierto, largos tirándose el toro para afuera, pierna sin
cargar y poco ajuste (véase de Murcia a Cuenca) Estocada desprendida con ese
saltito tan feo y dos orejas. Todo eso después de una petición de chiste de
indulto y antes de una insulto de vuelta al ruedo concedida a un animal manso.
Más de lo mismo con el quinto, este se paró antes y aquí dejó Julián lo mejor
de su actuación subiéndose encima del parado toro de Victoriano. Lo que en
otros sitios es una oreja justa en Murcia después de la merienda y un mitin de
Finito son dos orejas y rabo. Ya de paso le podían haber dado el toro entero,
que para eso es el rey. ¡Viva la República!
El
lote de Perera no dio opciones. Toros demasiado poca cosa para torero en tan
buen momento. Es el precio que hay que pagar por anunciarse con esta clase de
animales. Se justificó sin más y dejó la estocada de la feria en el último
toro.
Ficha:
Plaza
de Toros de Murcia. Martes 16 de Septiembre. 5ª de abono. Fin de feria.
Toros
de Victoriano del Río. Mal presentados y de juego desigual. El mejor el 2º, un
manso embestidor premiado sorpresivamente con la vuelta al ruedo. Los demás
sosos, parados y deslucidos.
Finito
de Córdoba: Gran Bronca y Pitos.
“El
Juli”: Dos orejas y Dos Orejas y Rabo.
Miguel
Ángel Perera: Palmas y Palmas.
Entrada:
Media plaza.
Por
Fran Pérez @TodoToros
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