Frente al triunfalismo desorbitado y lamentable de estas ferias de junio, hoy dos novilleros pusieron la nota amarga a la tarde al ser corneados de gravedad simplemente por ir con la verdad.
Conchi Ríos y Antonio Espaliú recibieron tabacos de gravedad en Riumes y Sevilla respectivamente.
La novillera murciana, Conchi Ríos, recibió dos cornadas cuando iniciaba faena al primer novillo de su lote en la localidad francesa de Riumes. Seguro que se recupera. La murciana tiene raza y ganas y a buen seguro no dejará escapar su cita en el certamen de novilladas de julio de Madrid. Su parte médico reza lo siguiente:
“cornada en cara interior del muslo derecho con dos trayectorias de 10 y 15 cms. con desgarro muscular pero sin afectar a vasos importantes. Se operó en la plaza y fue trasladada a un hospital de Toulouse”
De extrema gravedad ha sido la cornada recibida por Antonio Espalíu, hoy en la Real Maestranza de Sevilla. El sevillano ha sido prendido al entrar a matar al quinto novillo de la tarde. Su parte médico dice lo siguiente:
Herida por asta de toro en triángulo de Scarpa derecho que diseca cara anterior de vena y arteria femoral con arrancamiento de tres colaterales arteriales. La cornada sigue un trayecto ascendente y hacia fuera alcanzando pala ilíaca con una extensión de unos 25 cm. Y una segunda trayectoria de unos 5 cm. hacia abajo y fuera. Tras completar exploración exhaustiva de la herida se practica hemostasia, lavado y cierre de herida tras colocación de drenajes.
Presenta una segunda herida en la cara interna del 1/3 interior del mismo muslo y de menor cuantía que solo afecta a planos superficiales. Pronóstico: Grave. Ha sido trasladado al hospital’.
Espalíú tiene fuerza y seguro que sale adelante. La profesión le está saliendo muy cara, ya que puede ser el novillero que más está recibiendo, de los últimos años.
Fuerza para los dos y también para Joselito Adame y el banderillero David Adalid heridos de menor importancia en Madrid y Toledo.
Y tampoco me olvido de Iván Fandiño ni de Fernando Robleño, que ante tanta desfachatez de triunfo merendero, dieron la cara en Toledo y Granada, ante Victorinos y Adolfos. Y un novillero dejo esperanzas en Sevilla, Fernando Adrián.
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