La temporada Grande que cada año se celebra en la Monumental
Plaza de Toros México puede quedar muy chica. No es de recibo que la plaza con
más capacidad del mundo, referencia del país azteca, saque por sus chiqueros el
toro más pequeño del mundo. Ver un toro en la Monumental es como ver un
micromachine en un parking de cincuenta plantas, donde se sabe que jugarán con él.
Además el toro chico viene unido a una presentación nefasta, horrible, que
lleva a los pitones de los animales a su más mínima expresión. Las primeras dos
corridas de la temporada grande han sido de juzgado de guardia y da que pensar
sobre el rumbo que puede llevar así la fiesta de los toros en México. No es
nada nuevo, porque temporada tras temporada vemos a fieras gatunas aparecer por
los chiqueros de La México cuando las figuras del toreo europeas pisan su
ruedo. Si en el cartel no entra una figura, por los chiqueros ya sale toro.¡
Magia!
Además la desfachatez en la presentación del ganado viene
acompañada de un palco presidencial de cachondeo al servicio de la empresa,
donde siempre tiene que primar el triunfo, aunque lo ocurrido en el ruedo no lo
sea.
Pero lo más amargo es la pantomima del sobrero de regalo. Si
en una tarde no hay triunfo, los toreros piden torear otro toro, que suele ser
pésimo de presencia. Así que si la tarde no ha salido bien para la terna, el
festejo se alarga tres toros más, o tres chotos más, como quieran, para que el
torerito pueda cortar una orejita que maquille su fracaso. Esto es como una
prórroga a un equipo de futbol cuando ha perdido el partido.
Debe México mejorar estos aspectos. Se le tiene que poner
cordura a la presentación del toro elevándola a la categoría de la Plaza, se
tiene que ver de verdad a jueces de plaza que sean aficionados de verdad sin
presiones empresariales, las figuras deben asumir que La México es más que una
plaza pueblerina española y deben de ir acompañados del toro y para que todo
funciones se debe de eliminar de raíz el circo del sobrero de regalo. La México
levantará cabeza y el toreo también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario