Están
saliendo a la luz algunos detalles de la construcción del muro, San Isidro 2012.
La nueva empresa constructora, Taurodelta y se dice nueva porque incorpora a un
fontanero francés, llamado Simón Casas y a un proveedor charro, llamado Antonio
Matilla, esta tratando de levantar, ladrillo a ladrillo, un muro, que por lo
que se ve, es inestable y se puede caer en cualquier momento.
No se sabe el
porqué, pero este año empresas ladrilleras como las Enrique Ponce o las José
Tomás no quieren que sus ladrillos formen parte del muro. Una que parece que
quería, Juli, se subió a la parra con el presupuesto, y Taurodelta y Cía. decidió
dejarla fuera asumiendo que el muro perdería en estética. Sin poder construir
con estos materiales, Manolo y Benito, y Compañía, quiero decir Taurodelta,
se aferró a las marcas blancas de la casa, Manzanares y el clan Matilla, con
Talavante, después de la fusión, unidas con compañías con nombre como Castellas
y Morantes, aunque eso implique la inclusión de Cayetanos.
También, el muro contiene
nombres como David Mora o Iván Fandiño que ayudan a que el muro no se caiga tan
pronto. Pero el desastre viene por la mala colocación de ladrillos. No
significa que sean de mala calidad, que alguno si que lo es, pero se podían haber
colocado de otra forma para que el muro no resulte a la vista tan endeble y tan
débil. Caso chirriantes es que la Corporeision, recurra a materiales cascados de otros países
y se deje fuera a Jiménez Fortes.
Uno ve
los carteles que se pretenden dar y todo en conjunto parece un muro sacado de
Manos a la Obra, hecho de pasta sin agua.
Por
Fran Pérez.
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