La
anti-tauromaquia pasó hace un tiempo de defender a los animales para dar el
paso a asustar personas. Instalada en una versión “Kale borroka”, ensuciaba de
pintadas monumentos históricos, insultaba y escupía a personas que querían ser partícipes
de un espectáculo taurino. Ahora eso ha cambiado. Se da el clarinazo a pasar a
la lucha, dejando por tierra la estrategia del salvajismo callejero para
convertirse en todo un grupo terrorista internacional. Los actos de ocurrieron
el pasado domingo en Lima, dónde apuñalaron a dos policías, quemaron parte de
la plaza de toros de Acho, con intención de quemarla toda y sembraron de pánico
a los espectadores que libremente decidieron asistir al acto taurino del
domingo.
Pero
lo de Lima no fue flor de un día, en Francia, se instalaron en la puerta de la
plaza de toros de Rodilhan con la intención de impedir la celebración de un
festival benéfico. Sembraron también el pánico entre los asistentes, con
vejaciones e improperios. Además amenazaron de muerte al Alcalde por permitir
la celebración del espectáculo.
Ya
ven, estos son los que nos llaman asesinos o salvajes al ir a una plaza de
toros. Con estos actos ellos mismos se retratan.
Lo
peor, es que no lo hacen por el bien de los animales, que queda claro. Sus
actos son para enriquecerse. El cabecilla del grupo terrorista se lo tiene bien
montado. El Josu Ternera animalista,
Leonardo Anselmi ya se llevó un buen fajo de billetes de Cataluña por conseguir
el objetivo que le marcaron los nacionalistas. Este hombre, es una abeja que va
de flor en flor para llenar de suculenta miel su cartilla del banco. Ya se
llevó dinero de España, porque no se la razón, el menda se metió de asesor de
Zapatero. Dos tajadas buenas. Ahora por México intenta dar el pelotazo, también
por Venezuela, Colombia y Perú. Vaya filón.
La
administración de Estados Unidos tiene a PETA en la lista de grupos
terroristas. Las personas por la ética del trato a animales parece que con el
trato a seres humanos no cumple esa ética. Y por lo que se sabe con los
animales tampoco, porque de 1998 a 2009 mataron a 23.000 perros. Además
recogieron de la calle a 1557 gatos y mataron a 1503.
Que no
os engañen de animalismo poco, más bien “Animalgate”.
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