Entre
el jolgorio y la algarabía. Entre la mediocridad y medias tintas salió un
torero.
Filiberto
se coronó rey del festival y también esperanza taurina más prometedora de
Murcia. La gente salió hablando del joven Martínez, calasparreño, cuna del toro
de Murcia, de donde si no tenía que ser.
Pero
es que además Filiberto abrió, con su triunfo de hoy, las puertas para la
recuperación de la novillada de la feria de Murcia, que con tan mala baba
suprimió la empresa Bernal de la pasada feria de septiembre. Una novillada que
debe ser para los que se la merecen y no para los novilleros que llevan los
amigos. Ese era el error de la novillada de Murcia. Y los precios.
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