A buenas
horas mangas verdes. La tan ansiada unión entre profesionales taurinos se ha
producido. Ha sido para tratar de salvar la vida taurina de la plaza de toros
de la Santa María de Bogotá.
En Santa
Fe, un buen nutrido grupo de espadas, a la vera de César Rincón, el último gran
romántico del toreo, trataron de contrarrestar la cabezonería de Petro, el
alcalde, que como saben, cerró la plaza al llegar al poder en esa ciudad. Cosas
de estos antitaurinos, por una parte, cierra un nido de cultura en su ciudad, y
por la otra, apoya a la guerrilla colombiana. No sé de qué me suena eso también
en cierta comunidad española, un tal alcalde vasco.
Al grito
de Bogotá Taurina se debió sumar también el de Cataluña Taurina y San Sebastián
Taurina. Lo que vive Bogotá, España también lo está sufriendo. Lo cierto es,
que aquí lo dejamos pasar. Por eso, cobra importancia lo que están haciendo los
novilleros colombianos. Ellos sí que se están jugando la vida.
Pero
hemos llegado a esta situación no porque los antis nos hayan comido terreno,
sino por la debilidad de un sector anclado en el pasado y que no quiso ver en
su momento, que con esas ideal caciquiles el futuro era muy negro. Y el futuro
llegó y negro esta.
Para
comprender esto sólo hace falta ver un documental de cocodrilos. Dejaros de ver
al marica de Telemierda y pegaros una ración de cultura en La Dos. Después del
programa de Jordi Hurtado hay unos documentales que merecen la pena.
Una
manada de Ñus se dispone a cruzar el río, el cocodrilo, expectante se fija en
el animalito cojo de final de manada. Ese animalito cojo se llama sector
taurino. ¿Ya sabéis a quien se termina comiendo el coco?
La
debilidad está matando al sector. Recibe hostias por todos lados y el sector
mirando a la mona de pascua. Así que no es de extrañar que venga el depredador
y se lo coma.
En lugar
de hacer frente común, los miembros de sector tiraron para donde les convenía.
A trincar se ha dicho. La figura del toreo poniendo unos honorarios poco
acordes con la realidad económica, el torero que empieza prostituido por los empresarios,
el ganadero buscando el torito fácil para que se lo toreen las figuras, las
cuadrillas exigiendo un sueldo poco acorde y esos empresarios que se
conformaban con la media plaza a precio de millón, véase Matilla en Jerez……
Si
unimos eso al fraude con el que se ha encontrado el aficionado en las plazas, ¡tachan!,
llegó una crisis. Si he dicho fraude. Y con el fraude no sólo me refiero a la
actividad del serrucho y el chute, que lo hay, y mucho. También es fraude que
en la primera plaza del mundo, con el toro integro, un tendido te cueste poco
más de veinte euros y que en una plaza de tercera, con la verdad de la fiesta
en entredicho, el tendido te cueste casi setenta euros. Fraude es enterarte que
hay toros el mismo día porque los empresarios solo han puesto carteles y no han
vendido la feria.
Por eso
ahora, que tarde, pero todavía nos quedan unos pocos segundos para reaccionar,
es imprescindible que a la fiesta vuelva la emoción, con toros como los parió
la vaca en cualquier plaza del nivel que sea y de todos los encastes. El TORO
es el Rey de la fiesta y él tiene que reinar en el ruedo. Y si el toro da
sensación de peligro, el torero se hará más grande, porque fue capaz de
enfrentarse a ese animal. Con eso conseguiremos también que el que este arriba
en el escalafón sea por los méritos obtenidos en el ruedo y no por la pillería de
sus apoderados en los despachos.
Que la
fiesta sea del pueblo, otra vez, y no de señoritos bien vestidos, como es
ahora. Entradas económicas y marketing para vender los acontecimientos
taurinos.
Si hay
emoción, verdad y un torero con todas sus letras y el precio de la entrada es
viable, a lo mejor no estaríamos con el muslo a medio comer por el cocodrilo.
Pero
como en marzo, salga otra vez el perritoro, rodando por el suelo, dando lastima
y la gente vea que los sesenta euros pagados no equivalen a lo que se ve en el
ruedo. Que nos siga comiendo……
1 comentario:
Hasta que no desaparezcan señores como los de ANOET,mirando por sus intereses y sus toreros esto no cambiara. La fiesta es del pueblo y tiene que tomar parte en ella.
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