Para esto si |
Un
buen día Cataluña se creyó avanzada y decidió prohibir la fiesta de los toros
porque olía a España, aunque como eso estaba feo decirlo, revistieron la
prohibición con tinte animalista, de ese roja con el que les gusta pintar las
estatuas y ensuciar las pareces.
En el
mundo de yupi del político catalán, se ofrecieron indemnizaciones para los
afectados de la prohibición. El señor Balaña, dueño de la Monumental de
Barcelona, recibiría una compensación por cerrar la plaza. El asalto, le
costaba a la Generalitat la friolera de 300 millones de euros. No importaba
para nada, que una actuación del torero predilecto de Barcelona, José Tomás,
dejará en la economía catalana 2 millones de Euros. Tampoco nos han contando
que dinero se ha llevado el señor Anselmi y sus secuaces, de la Generalitat por
llevar a cabo la tarea de exterminación.
Mientras
se permitían gastar 300 millones de Euros, que no tenían, en la prohibición de
la fiesta, había y hay graves deficiencias en el sistema de salud catalán, en
la atención de las residencias publicas para mayores y multitud de asuntos, se
ha gastado en cosas innecesarias, todos nos acordamos de la fotito del chache
Carod con la corona de espinas, por ejemplo.
Ahora
resulta que Cataluña es la Comunidad autónoma más endeudada de España. Resulta
que es igual a las demás y que su modernismo tampoco entiende de solvencia.
Para tantos avances, debe más del doble que la segunda comunidad más endeudada
de España. Necesita 7182 millones de Euros por los 3369 que necesita la
Comunidad Valenciana.
Ahora,
después de darle la espalda, de pedir la independencia, de borrar de su geografía
símbolos que para ellos huelen a ella, se acuerdan de mamá España para que
acuda a su rescate. Mamá España anda con la teta seca, rescate para el pueblo
si, pero sometamos a ILP a la gestión del político catalán, eso es lo que se
tuvo que prohibir aquel 28 de julio de 2010.
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