ESE QUE LE PONE NOMBRE A ESTO

Toro impresentable para Zaragoza, que lo lidian hoy las figuras.

En el siglo de oro del toreo también hubo una crisis en la presentación de los astados que se lidiaban en las plazas. En el punto de mira de la afición “Gallito” y “Belmonte” máximas figuras del momento. La afición se dio cuenta que la capacidad de tan enormes figuras del toreo no estaba acorde con el tamaño de los toros que toreaban. Joselito al que la cabeza le funcionaba extraordinariamente se dio cuenta que la gallina de los huevos de oro por la que pasaba la fiesta se podía venir abajo. Por eso habló con Juan Belmonte y los dos acordaron subir el tamaño del toro que lidiaban. Era otra época y otro toro.

Hoy la historia se vuelve a repetir. Tenemos un plantel de figuras de gran capacidad, de varios conceptos del toreo pero que no lucen como deberían por el tipo de toro que lidian. Cada vez que van a una feria de importancia siempre hay baile de corrales, cada vez que hay un presidente que rechaza los toros por falta de presentación amenazan con no torear para que apruebe los toros que rechazó anteriormente, una ilegalidad a la orden del día en los tiempos que corren. Eso esta unido al fatídico, sólo Domecq. Y es que sólo son capaces de matar un encaste o mejor dicho, sólo son capaces de matar cinco ganaderías de un encaste.

El toro le llega por las rodillas

La afición esta harta. Ve y calla por favorecer a la fiesta, tropelías como la corrida que televisó TVE desde Valladolid, y que es un ejemplo de lo que sólo matan las figuras. Pero la afición no puede más, se indigna al ver como un chaval sin caballos torea el padre de los toros que las figuras, ve como el toro que matan en plazas de segundo en más chico que los novillos de Madrid, y que en plazas de tercera puede ser más chico que los novillos de las novilladas de Canal Sur. Miren fotos, hay pruebas por doquier.

Con eso tenemos, lo que podría ser una época platino para el toreo, sumida en un negror incontestable. Falta TORO, ese que le pone nombre a esto.

Antes, los periodistas se pusieron del lado de la afición, y obligaron al conclave de Joselito con Belmonte. Ahora, tenemos una amalgama de palmeros que sólo miran la cena por la crónica a favor de tal torero. Una “Cumbre” por una cena o por una entrevista.

A mí me falta un “Falta Toro” para revitalizar esto, para que una figura tome el testigo de “Joselito” y le diga a los “Belmontes” que esto no puede seguir así y que las plazas, no sólo están vacías por la economía, que sí, sino también por la falta de verdad y del protagonista de la tauromaquia, el toro.