Que
Jiménez Fortes deje a la Casa Chopera ha sorprendido a muchos. No se explica
como en estos tiempos, tan difíciles, y dada su situación, el malagueño abandone
a una empresa grande, que le daría al menos veinte festejos en plazas importes.
Pero a
Jiménez Fortes le funciona la cabeza. Seguro que ha pensado los precedentes con
toreros prometedores de los Chopera. Con la ruptura, seguro que ha preferido
dejar de ser un Eduardo Gallo de turno, para convertirse en un torero
independiente. Todos sabemos de su valía, por tanto, si las cosas fueran como debían
ser, Jiménez Fortes debería estar en todas las ferias taurinas importantes de
España, también sin ellos.
Ahora
su apoderado será Julián Guerra, hombre de confianza desde sus comienzos. Los
festejos puede que sean menos pero el billete será el justo. Después de torear
sin cobrar, que el billete sea el justo ya es un premio. Si sigue por la misma
senda, a la que nos tiene acostumbrados, el billete será grande. Que no nos
defraude.
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