Pese a
que tiene defectos, que si no los tiene ahora sería un divino bajado del cielo,
Posada de Maravillas me reconcilió hoy con la fiesta. Pese a los tejemanejes de
los mandantes de este mundillo, que terminarán por cargárselo, ríanse de los
antis, hoy la juventud, ilusión y ganas de Posada demostraron que hay algo a lo que intentar agarrarse y que a la fiesta, con el buen trabajo de todos le queda” muy poquito”
para volver a ser lo que era, hace falta ilusión, difusión y juventud, lo que
puso Posada de Maravillas en el ruedo de Pamplona.
Naturales
sobresalientes unidos a una conexión de banda ancha con el tendido. Rematada
con una estocada entera, me dirán que el premio se antoja excesivo, para estos
casos, no lo creo. Con lo difícil que esta la fiesta para estos muchachos.
Ahora está en él el seguir mejorando y que el triunfo no se le suba a la
cabeza.
Javier
Antón cortó un trofeo del cuarto más por paisanaje que por otra cosa, aunque a él
le ha sentado el corte de la oreja fenomenal y la ilusión no se la quita nadie.
Tuvo lote para más, porque el primero fue de lio gordo.
Rafael
Cerro apunta a torero, más hecho que ninguno tuvo el triunfo en la mano con el
quinto, al que realizó una faena sólida acertando en las distancias, colocación
y toreo. Faena de torero, pero espada de bombero torero. Una lástima, porque la
tizona es clave para despuntar ya que su toreo ya pide la alternativa.
Ficha:
Pamplona,
5 de julio de 2013.
Novillos
de El Parralejo, de buen juego salvo el parado tercero.
Javier
Antón: Silencio y oreja.
Rafael
Cerro: Vuelta al ruedo tras petición y aviso y ovación con saludos tras dos
avisos.
Posada
de Maravillas: Silencio y dos orejas.
Entrada:
Casi lleno.
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