Dicen
en Cuenca que la Champions del toreo se juega en su feria. Yo digo que tururú.
La
feria de Cuenca no deja de ser una feria más, con la presencia de figuras y el
toro que quieren ellas, comodito, elegido por sus veedores, para que puedan decir
esa frase prohibitiva de “dejar expresar”.
Para
que una feria tenga el rango de Champions, la feria debería ser sorteada. Algo
que no están dispuestas ni las figuras ni más de la mitad del escalafón.
Con el
sorteo de las ferias a más de uno se le acabaría el chollo. Para que sea
Champions, en la plaza deben de lidiarse los toros que quiera el ganadero. Si
un torero quiere torear una feria sabría que tendría que pasar por el bombo y
no por el despacho. Ese que pasan el Madrid o el Barcelona, o Nadal en Roland
Garros.
En un
bombo los toreros, en otro las ganaderías y en otro las fechas. Se ganaría en
verdad, la fiesta sería mucho más justa. No digo que este procedimiento se haga
en todas las ferias pero si en todas las grandes ferias.
¿Y si
a Morante le toca la de Cuadri?, pues quien sabe. ¿Y si a Castaño le toca la de
“Jandilla”? Pues quien sabe. Pero bastante es crear la incertidumbre para crear
expectación, para que la fiesta no sea siempre sota caballo y rey. Así un dos
de copas podría ser también carta ganadora. Lo dejo ahí, por si alguien lo
quiere recoger. Y si, lo sé, ya lo he dejado varias veces, espero que si algún
día recogen la idea no sea demasiado tarde.
2 comentarios:
Morante con la de Cuadri, ya te lo digo yo, coger la espada y a matar al toro. Y ole.
Castaño haría con Jandilla lo que Morante sabe pero no quiere hacer a veces, torear a gusto y con temple.
Y ole.
Completamente de acuerdo contigo, pero para cuando te hagan caso ya no habrá plazas donde poder torear.
Estoy de acuerdo con la entrada pero es que la frasecita "marketing" de marras lo pone a huevo.
En cuanto a los toros... igual te quedas corto. Los veedores y todos los que intervienen en ello no respetan a la afición de Cuenca pero la asistencia cada tarde es más que destacable. Mucho público, afición mucha menos, pero mucha... mucha menos; muchííiisima menos.
Y las figuras vienen a Cuenca encantadas.
Publicar un comentario