Pero sigo siendo el Rey!!!!!!!!

A él le debemos todos los aficionados a la fiesta. Sin él, esto no habría por dónde cogerlo. Negro, colorado, cárdeno. Jabonero o berrendo. Tu pones las cosas en su sitio, cuando en los despachos te edulcoran.

 Por tus venas corre la sangre de la casta, propio de los grandes reyes. Pero desgraciadamente todo rey tiene a su lado malos consejeros. Ellos te hacen pasar la mayor  de las vergüenzas. Te juntan con plebeyas y la casta se convierte en toreabilidad, tus pitones los enfundan y pasa como en el cuento del traje del emperador,  enchufan a tus parientes toreables, en tu reino, y a ti, te dejan sin el sitio que te corresponde.

 Lamentablemente la mayoría de tus reinos están mal gobernados. Luego pasa lo que pasa, en las cumbres donde os jugáis el reconocimiento. Tus parientes los toreables cogen los mejores puestos y a ti te dejan las migajas, porque eres más peleón y no vaya a ser que la líes parda. Después vienen los resultados, a los toreables, los vemos por los suelos y con los pitones en flor y a ti entrando cuatro o cinco veces al caballo, romaneando y embistiendo por derecho. No eres ingeniero de aviones, pero, haces el avión, ni tampoco eres agricultor y haces surcos con el hocico. A tus parientes los pitan y a ti te aclaman.

Te premian y reconocen tu valía. Pero llegara otra cumbre y tus parientes los toreables tendrán la enésima oportunidad avalada por los consejeros y tú te conformaras con eso de Pero sigo siendo el Rey!!!!!!!!