EN LA VUELTA TAURINA A SAN ISIDRO 2011, Nº 1, TALAVANTE (Madrid, Crónica de la 11ª de la feria de San Isidro)

La tarde era para mirársela. Los principios no eran buenos, lio de corrales y una corridita de tres chiquitines y uno aceptable de Parladé y dos de Juan Pedro, uno de ellos justísimo de presencia también, aprobados y enchiquerados, después de que se rechazaran ayer 14 toros de la ganadería titular de hoy, Garcigrande. Si el equipo veterinario tuvo valor para rechazar catorce pudo haberlo hecho con al menos otros cuatro de Juan Pedro y Parladé. En la primera parte salieron tres bichos impresentables para Madrid. El primero una raspa de chanquete, fue móvil y tenía cierta calidad pero la gente no tomo en cuenta la labor de Castella, porque daba la impresión de estar viendo toros en Aranjuez.
El segundo fue chico y flojo. Manzanares lo trato con mimo pero ni por esas levantó la faena. Y el tercero otra monería Parladiense sin gota de casta. Talavante sin opciones.
El cuarto tenía una mayor presencia. Este con el hierro de Juan Pedro, fue un toro alegre que poco a poco se fue a menos en la faena de muleta. Castella consiguió hilvanarle tres tandas con la derecha que despertaron al graderío. Con la izquierda bajó el tono de la faena que ya no consiguió mayor brillo y fue a menos. No se puede poner en duda el arrimón de Castella pero la labor no dio la sensación de cerrada. Mató bien fue premiado con una oreja de justísima petición, que lógicamente fue protestada. Le queda una tarde al francés y sabemos que puede dar más de sí.
El quinto fue excelentemente lidiado por la cuadrilla de Manzanares. Gran tercio de banderillas de Trujillo y Blázquez y mejor brega de Curro Javier. Recibieron una sonora ovación por el trabajo bien realizado. El toro llegó con buena condición a la muleta pero no duró mucho. El tiempo de ver una excelente tanda al natural y un cambio de mano antológico pero luego todo se fue menos. Estocada desprendida y oreja excesiva porque la labor no quedó rematada. El palco está muy facilón, este año, en concesión de trofeos y cesión en los reconocimientos. Decían los presidentes de Madrid que ellos no habían perdido el juicio como los de Sevilla, pero se han contagiado. Lo peor será, que luego llegará el modesto, estará bien y le negaran la oreja.
El sexto no daba esperanzas a nadie. El de Parladé, manso y huidizo no dejaba a Talavante hacer lo que pensaba. Así que Talavante se fue donde el toro quería, y le dijo que ahora le tocaba a él embestir. El toro sacó de su fondo ganas y le dio a Talavante varias embestidas por la izquierda que se convirtieron en dos tandas de naturales de belleza pura, que pusieron Las Ventas hirviendo. Para terminar la obra y rizar el rizo Talavante quiso cerrar la faena con su marca y dio varias manoletinas de la que en la última salió prendido de muy fea manera. Eso terminó por poner a Madrid a revienta calderas, pero, como no siempre se alinean los astros, Talavante sacó su temida espada de plastilina. Dio una vuelta al ruedo, perdiendo una puerta grande segura. Aun así, Talavante se coloca el nº 1 de la clasificación de la vuelta taurina a San Isidro.
Ficha:
Plaza de Toros de Madrid, Las Ventas. 11ª de feria. “No hay billetes”
4 toros de Parladé, 1º, 2º y 3º chicos y deslucidos y 6º, mejor presentado brusco pero con fondo. Y 2 de Juan Pedro Domecq, 4º y 5º, de buena condición y a menos.
Sebastián Castella: Silencio y Oreja protestada
José María Manzanares: Palmas y Oreja
Alejandro Talavante: Silencio y Vuelta al ruedo