A TI ANTONIO......

A ti Antonio. Te vas, el olimpo de los grandes maestros del toreo te llama, como académico de la tauromaquia has sido elegido para sentarse en una de las sillas de la academia celestial para velar desde el cielo la fiesta de los toros. No es tarea fácil, los vientos no soplan a favor de ella y vuestra academia tiene que poner toda la fuerza necesaria para enviársela a los que se quedan en la tierra. Esa fuerza deberá de ser transformada en ideas, en futuro, en valor y en suerte, como esa que permitió que Juan José Padilla pueda seguir viviendo.

Antonio no hace falta decirte que eres el elegido porque tienes un curriculum intachable. Tener en la academia a un nacido en el templo de Las Ventas que además fue jefe de esa plaza. No fue tarea fácil, tuviste que ver lo malo de la profesión chupar mucho banquillo hasta que un arcángel, tu cuñado, te salvo de la plata animándote a torear una corrida de Félix Cameno. Ese fue el principio de una carrera leal que te llevó al trono el día de la batalla del toro blanco con tu “Atrevido” toreo. Tu carrera sin fin bordo por naturales la tauromaquia, hasta cuando ya no pensaban que podías dar la dimensión de lo que fuiste dejaste una faena para la historia en La Alameda de Jaén. También sembraste de sabiduría las retransmisiones de toros y con pocas palabras ponías las cosas en su sitio. En Burgos el vicio te dio un aviso y tuviste que dejar de practicar tu profesión pero no dejaste de pensar en ella. Ese aviso quizá te permitió estar unos años más en compañía de los que más te querían, hasta que hoy dijo que ya era hora del ingreso en el olimpo. Mañana el cielo será lila y oro como homenaje al nuevo académico. Descasa en Paz Maestro. Vela por nosotros.