Hay
algo que cada vez que escucho me saca de mis casillas. Para muchos pasará
desapercibido pero cada vez que escucho “la fiesta nacional” un rayo me
atraviesa. Que daño hace a la tauromaquia que se la califique como fiesta
nacional, ¿de donde? De España, vamos calla, entonces que me cuentas de
Portugal, Francia, México, Colombia, Venezuela, Perú. Que me cuentas de los clubs
taurinos de Chicago, Londres …. Que me cuentas de las corridas que antaño se
daban en Tánger o las que ahora se dan en el sur de Estados Unidos.
La
tauromaquia es Universal. La asquerosa manía de calificarla como nacional
revuelve las tripas. Eso nos ha costado que los nacionalistas que no tienen ni
zorra idea de esto se la quieran cargar de su tierra porque huele a un
determinado país. Sin embargo, el nacionalista que si entiende la fiesta la
defiende, sabe que es un rito único y es un privilegio tenerla en su tierra.
Por eso los abertzales de Azpeitia no se han tirado como ovejas por el barranco
como sus compañeros de otras ciudades del País Vasco, cuando sus compis de
Donosti han anunciado que se quieren cargar los toros en Illumbe. Saben que la
tauromaquia es Azpeitia supone riqueza para Azpeitia.
Algún
que otro nacionalista catalán también lo sabia pero dio la casualidad que en el
parlamento, el día del atentado cultural más grande de la historia, sólo había
mentecatos por un puñado de dólares y cabezas lavadas anti España. Ahora resulta que la prohibición se les ha
convertido en ruina.
Urge
ya que todos los que componen la tauromaquia la despoliticen, ya es hora de quitarse
el sambenito de encima y que el deplorable “fiesta nacional” se convierta en “tauromaquia
universal”.
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