Dicen
que los grandes genios siempre tuvieron un punto de locura. Todos sabemos que
en el toreo también hay casos de este tipo, sin ir más lejos, del que hablamos
hoy.
Hoy, y
es información de nuestro compañero, Javier Hernández, han encontrado al genio
en su lámpara, sin salir. 25 días encerrado en una habitación, acumulando penas
y sueños toreros, también desechos humanos, recordando fracasos y errores de la
vida y toreando al toro de su vida.
Genio
y Figura.
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