Más
allá de ser figura está el respeto de los aficionados. Se puede ser figura,
tener tirón de público, pero ganarse al verdadero aficionado a los toros es aún
más difícil.
Con
esta serie de capítulos que hoy inauguramos, queremos recopilar la lista de
esos toreros que hoy por hoy están más allá de ser figura del toreo.
Para
comenzar, nos vamos a La Rioja. En el pueblo de Arnedo por Mayo de 1975 nacía
Diego Urdiales. En la ciudad del zapato de Oro, nació también un torero de oro.
Hoy por hoy Diego se puede considerar el torero que torea más puro del
escalafón. Y si se torea puro y además lo hace delante de toros que dan impresión
de toro, blanco y en botella, “El torero”.
Sus
faena de este año a un toro de Victorino en Mont de Marsan tardará tiempo en
borrarse de mi retina. Son de esas faenas que uno guarda, a modo usb, en un
rinconcito del cerebro taurino.
Y
Diego no ha tenido las cosas fáciles, ni hijo de papa, ni cara bonita. Ha tenido
que ganarse tarde tras tarde el sitio, con todo tipo de toros. Eso le ha
llevado desde estar en el más profundo olvido a situarse en este lugar privilegiado,
Torero de aficionados y eso no lo pueden decir todos los toreros.
He hablado
de la faena de Mont de Marsan, pero Diego Urdiales entro en este club de privilegiados
con faenas de deliciosa pureza y entrega en Bilbao y siempre con un Victorino
con dos velas delante.
Por
eso Diego Urdiales debería torear en todas la ferias importantes del panorama
taurino. Pero ya sabéis que aquí, en el mundo de intereses, se olvida el toreo
para poner al enchufe.
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