Esta iniciativa de Murcia no se tiene que quedar solo en la firma de un documento. El gobierno de Murcia está obligado a apoyar y fomentar la fiesta, al igual que hace con otros Bienes de la Región, y a velar para que este Bien no se degrade.
Seamos sinceros, la realidad taurina de la Región de Murcia es vergonzante. Las plazas de toros están sumidas en profunda crisis, algunas, antes de que llegara la económica.
Yecla da festejos a plaza vacía y es paraíso para empresarios rufianes. Cieza, desde que se fue Reverte, va por el mismo Camino. Lorca no encuentra ni fechas idóneas, ni público que vaya a la plaza, a pesar del buen trabajo realizado en ella. Cehegín tampoco encuentra público, aunque, gracias a la gestión del Ayuntamiento, sobrevive. Abaran se llena un día, pero solo da un festejo por temporada. La madre de las plazas, Murcia, que debería de ser ejemplo para las demás de la Región, reduce su temporada y solo da toros en septiembre. El Público medio responde pero va a la baja preocupantemente, no solo por la crisis económica, también ayudan unos carteles repetitivos y un ganado que parece desecho de tienta y defectuoso. Así se da poco ejemplo. Calasparra se salva por un ciclo de novilladas bien organizado, pero donde el público tampoco responde como debería. Además, en todas las plazas, dar un festejo fuera de feria es aventurarse al fracaso. Y lo de las portátiles huele a tufo. No digo que todo lo sea, pero la mayoría, son refugio de ponedores disfrazados de festival benéfico.
Si Murcia declara BIC los toros, que procure cuidarlos, que los promocione, que no autorice festejos organizados por empresarios del fraude y que persiga a estos degradadores del espectáculo. Que ser BIC no sea solo ser “boli”. Que el “boli” sea de calidad y que su tinta sea duradera.
Por Fran Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario