Cuando uno se lo pasa fenómeno en una salida intenta que la próxima salga de la misma manera. Después de la borrachera de buen vino del sábado, Sevilla quería volver a repetir, pero no se come igual en todos los restaurantes. Hoy “El Ventorrillo” nos ha puesto vino de cartón, que tiene pinta de vino, pero está más aguado que el Guadalquivir. Así fueron los toros de hoy, un dechado de basteza y feas hechuras, que comparados con el vino, venían envasados en Tetrabrik. Tan solo uno, el cuarto, fue más fino de hechuras, este venia embotellado en cristal, pero el contenido era el mismo, mansedumbre a gran escala. En una tarde de poquísimo contenido, solo podemos destacar la aptitud de los toreros que intentaron agradar ante semejante esperpento ganadero.
“El Juli” se las vio con un primero imposible por orientado y peligroso y con un cuarto, que parecía un mansito de esas que al final embiste y que acabo a las primeras de cambio cantado por soleares.
Perera no pudo ni expresar valentía ni acortar distancias, que es lo que suele hacer en estos casos, con los toros. Dos sosísimos animales le correspondieron en suerte.
Daniel Luque quiso pero no pudo. Lo que le dejaron los toros lo aprovechó pero no lucia nada ante la tremenda sosería de su lote.
Tarde para olvidar en Sevilla.
Ficha:
Plaza de Toros de Sevilla. 8ª de feria. Lleno
Toros de “El Ventorrillo”, feos y de muy mal juego.
“El Juli”: Silencio Y Ovación
Miguel Ángel Perera: Silencio y Silencio
Daniel Luque: Silencio y Silencio
No hay comentarios:
Publicar un comentario