El lio
este de la televisión cansa ya. El tema se asemeja a los dibujos de Silvestre y
Piolín de la Warner. Las figuras han cogido el papel de Piolín, ellos pueden
hacer y deshacer a su antojo. Ahora se posan en el columpio de la jaula de All
Sport Media, allí han encontrado acomodo, pero no se dan cuenta, que el
columpio esta entre rejas. Allí comen del alpiste que le ponen su dueña. La
vieja dueña de Piolín esta encarnada por los palmeros que en lugar abrir los
ojos a Piolín, para que este a salvo del gato, les deja la puerta de la jaula
abierta y le anima para que salga. Y si el gato le ataca ya esta ella para
darle con la escoba. Una escoba que se convierte, en el caso metafórico que
estamos contando, en artículos de periodistas taurinos que dicen defender a la
tauromaquia pero que en verdad están defendiendo a Piolín para que sus portales
webs o revistas taurinas no se queden sin la publicidad que permite su
subsistencia. Lo que hace la escoba, no es periodismo es supervivencia. El papel
de malo lo ha cogido Manuel Moles y su Canal Plus Toros. Les ha tocado ser
Silvestre. Le están dando escobazos por todos los lados. Ahora resulta que no
es el gato dulce que aparentaba ser. Ahora parece ser que las retrasmisiones
que hace están llenas de intentos de comerse a Piolín. Y que el alpiste que le
sigue poniendo en la Cadena Ser esta envenenado. Vale que Silvestre no haya
echo el mejor canal de toros del mundo, pero si ha intentado abrir una ventana
de pago asequible para los aficionados. A la ventana le faltan muchos retoques
pero no hacia falta montar esta guerra para solucionarlos.
A los
aficionados nos dejan el papel de Porky, porque si el capitulo acaba como
parece que puede acabar solo podremos decir “Esto es todo amigos”.
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