COMO PACO Y NARCISO (Madrid, Crónica de la 23ª de la feria de San Isidro)

En el arte dicen que cuando algo es diferente sobresale de lo de más. Cuentan que una guitarra tocada por cualquier guitarrista no suena igual que si la toca Paco de Lucía, tampoco si la toca el gran Narciso Yepes, que supo ser distinto y tocar la guitarra con ocho cuerdas.

Después de una feria donde todos los toros sonaban a la misma guitarra, salvo en tres ocasiones puntuales, este final de feria esta sonando a otros acordes. Después de escuchar el acorde de la docilidad, flojedad y bobez en demasiadas ocasiones esta feria, ayer Escolar tocó un acorde distinto y hoy Cuadri volvió a marcar la diferencia, como Paco y Narciso con sus guitarras, por la senda de la casta.

Sacó Cuadri en Madrid una corrida dura, encastada, lista y con toros ideales para triunfar en Madrid. Cinco toros de seis, con posibilidades.

Cuando la diferencia se asoma por las plazas de toros, aparece el brazo duró del piquero. Ya le pasó ayer a los Escolares y a los Cuadris también les dieron caña. Luego se quejan que se acaban pronto en la muleta. Señores si se les da a los toros de ganaderías pasadas por la feria, lo que le han dado a los Cuadris o a los Escolares, se mueren en el tercio de banderillas. Cuando aparece la casta, el dale no vaya a ser que, da mucho asco. Y ese no vaya a ser que viene camuflado por un torero faltó de ambición y apuesta. Me duele decirlo, pero Rafaelillo tuvo un toro de orejas, el primero, y lo mató en el caballo. Luego ni probó al peligroso cuarto y de postre no se acopló con un manejable sexto, que lo lidió por percance de Javier Castaño.

Javier, el único con apuesta, quiso dejar otra vez las sensaciones del pasado miércoles. Pero un despiste le costó caro. Le perdió la vista al toro para pedir el cambió de tercio y el toro le propinó una tremenda voltereta de la que salió con un traumatismo craneal y cervical. Muy mareado estuvo sensacional con el segundo, lastima que no estuviera a tope de facultades. Pichó al matar y perdió una posible oreja. Luego fue trasladado al hospital para hacerle pruebas, sin poder lidiar el segundo de su lote.

Lote de orejas, de tres, y de Puerta Grande fue el de el colombiano Luis Bolívar. Con el tercero jamás se acopló, no acertó ni en distancias, ni en colocación, ni en estructura de la faena, ante un animal de bella lamina con dos orejas para cortar. Pareció en un momento que remontaría la faena pero luego todo se fue al abismo. Con el quinto, estuvo más centrado, pero tampoco se acopló ante un animal bueno pero no tonto.

Al final no hubo cante que se acoplará, al toque de guitarra, de los encastados Cuadris, por eso, su mayoral recogió la ovación de la tarde.

Ficha:

Plaza de Toros de Madrid, Las Ventas. 23ª de la feria de San Isidro. Viernes 1 de junio.

Toros de Cuadri, bien presentados, encastados y de juego interesante y emocionante. El peor fue el 4º.

“Rafaelillo”: Silencio, Bronca y Silencio en el que mató por Javier Castaño.

Javier Castaño: Silencio, en el único que mató.

Luis Bolívar: Silencio y Silencio

Entrada: Más de tres cuartos de entrada.

Y mañana: Final de feria, Toros de Adolfo Martín para: José Luis Moreno, Juan Bautista e Iván Fandiño.