Ayer,
lunes de preferia, y como en años anteriores, asistimos en la caseta del Casino
los 40 a la ceremonia de entrega del premio al toro más bravo, o al mejor toro,
de la pasada Feria de 2013. En este caso, el precioso trofeo había recaído, por
unanimidad del jurado, en el toro “Almendrero” de Miura, lidiado en segundo
lugar, en el ahora cambiado, domingo de feria por Javier Castaño.
Por la
tarde asistimos a la corrida del casi. Primero por que casi triunfan los
toreros. La corrida de Jandilla, bien presentada, fue, en líneas generales
noble y encastada, pero le ha faltado un punto de fortaleza. Y fue del casi
triunfo porque los toros con más recorrido y duración o los mataron mal o le
tocaron a Castella. Al que abría plaza,
un toro que pedía guerra, no le pudo y al segundo, un toro de triunfo, solo le
aplaudieron cuando no parecía Castella, esto es cuando toreaba largo y
profundo, pero fueron solo tres o cuatro pases. Se ha dejado ir otra tarde para
triunfar. Pero no hay problema, repite el viernes.
Escribano
casi ha triunfado, su segundo también era un toro noble que se arrancó dos
veces alegre al caballo, pero su picador ” tiraba a lo negro”, y una vez le dio
en el anca y la otra en la paletilla. Toreó muy bien y asentado y casi se
mereció la oreja si no llega a matar tan bajo. Bien el presidente esta vez. A
Fandiño casi le ponen bien el nombre en la cartelería de mano, donde venía
anunciado como Iván Jiménez. Su primero de poca fuerza cabeceaba mucho y su
segundo tuvo poco motor. A este último lo mató superior.
¡Ah! Y
si no es por Bernal, casi ni vemos picar.
Ficha:
Sevilla,
5 de mayo de 2014.
Toros
de Jandilla y Vegahermosa (1º, 3º y 5º), bien presentados, de buena clase, con
calidad, pero faltos de empuje y fondo en la muleta. Sebastián Castella,
silencio y silencio tras aviso; Manuel Escribano, vuelta al ruedo tras petición
y ovación con saludos; e Iván Fandiño, silencio y silencio tras aviso.
Entrada:
Poco más de media entrada.
Por @isanchezmejias
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